MW3 Zombies me bendijo con el mayor círculo de torretas automáticas que Urzikstan haya visto jamás

No esperaba que Call of Duty: Modern Warfare 3 fuera de mi agrado; su modo Zombis, aún menos. Pero me he encontrado sumergiéndome cada vez más en su adictivo bucle de juego, tomándolo en serio y planeando mi próximo movimiento con cuidado. Eso fue hasta que vi el mejor círculo de torreta automática jamás creado.

Para quienes no lo sepan, cada partida del modo Zombis de MW3 te lleva a un mundo abierto donde puedes completar objetivos para mejorar y descubrir equipo. Tras 45 minutos, tienes 15 minutos para salir del mapa antes de que los zombis lo invadan y mueras.

Soy fatal en este modo de juego. Puedo aguantar 45 minutos y conseguir uno de los mejores equipos que jamás hayas visto. Créeme, lo que he conseguido es increíble. Mi problema es que me meto demasiado en las zonas de amenaza media y alta del mapa: los círculos interiores donde acechan los enemigos más letales.

Me pongo arrogante porque creo que mis armas mejoradas me protegerán, pero al final termino pensando que debería ir al punto de extracción antes de que me ataque un zombi común y me desangre en el suelo. Es vergonzoso cada vez, y MW3 añade sal a la herida al despojarme de mi equipo guardado cuando lo pierdo de esta manera.

Esta vez…

Por eso, cuando tengo una buena racha, la recuerdo con total claridad. En una, en particular, empecé con un equipo de dos jugadores al azar. La primera señal de que sería buena era que se quedaban a mi lado. Normalmente, al menos uno de los jugadores con los que empiezas se escapa y hace lo suyo o se marcha antes de que estés listo. Sucede.

Sin embargo, en esta partida, éramos una unidad cohesionada. Trabajamos muy bien juntos, eliminando zombis, reanimándonos mutuamente cuando era necesario y esperando a tener nuestro equipo lo suficientemente mejorado para afrontar la siguiente zona antes de dirigirnos allí.

Tras completar algunos objetivos, marqué rápidamente otro en el mapa. Era nuestra rutina, y todos sabíamos qué hacer. Eso fue hasta que vimos el círculo perfecto de iconos azules en el mapa táctico. No pude identificar qué era porque los símbolos eran simples círculos.

Sabía que todos lo habíamos visto porque los tres corrimos hacia esta anomalía. No sabía qué esperar. Una parte de mí pensó que quizá habían aparecido extraterrestres de repente, y que el modo de juego tenía un giro inesperado. Lo que vi me impactó aún más de lo que jamás podría haberlo hecho.

Perfección

Mi escuadrón y yo bajamos corriendo una colina hacia el círculo que rodea un punto de exfiltración. Estas son las zonas con las que los jugadores deben interactuar para llamar a un helicóptero que los llevará a ellos y a su equipo lejos de esta región infestada de zombis. El desarrollador Sledgehammer Games decidió ofrecer a los jugadores un último desafío antes de la exfiltración: cada interacción con estos puntos generaría unos 100 zombis. Así que, además de esperar al helicóptero, tendrán que enfrentarse a la mayor oleada de no muertos que jamás hayan visto y esperar que no se suban al helicóptero con ustedes.

Con esto en mente, los jugadores han estado acumulando XP en los puntos de extracción desplegando torretas automáticas cerca de ellos y solicitando exfiltraciones repetidamente. Puedes ver adónde va esto. El círculo que vimos a lo lejos resultó estar formado por unas 30 torretas automáticas que rodeaban perfectamente el punto de extracción.

Me impresionó el ingenio de este jugador. De alguna manera, había conseguido una cantidad absurda de Torretas Automáticas, probablemente en varias partidas, y ahora ganaba XP casi sin esfuerzo. Las Torretas Automáticas expulsaron a los zombis lejos de la zona de extracción, sin dejar ningún no-muerto a su alrededor en aproximadamente un kilómetro y medio.

Por suerte, vi al jugador activar el punto de extracción y las torretas automáticas cobraron vida. Las balas surcaron el cielo, destrozando el aire a nuestro alrededor mientras la sangre inundaba nuestras pantallas. Se formó una niebla roja a medida que los zombis seguían acercándose. Fue una impresionante demostración de maestría en las mecánicas de juego y la definición misma de la frase: "Trabaja con inteligencia, no más duro".

No terminó ahí

Mi escuadrón quedó tan impresionado con el círculo de la Torreta Automática que se quedaron para conseguir las bajas que pudieron. El único problema fue que no tenía mucha experiencia para conseguir. Además, quería un mejor botín, así que nos separamos.

Me lancé a la zona de Amenaza Media y me abrí paso a tiros entre zombis. Esta fue mi mejor partida hasta la fecha, gracias a las Auto-Resurrecciones que me mantuvieron en pie. Por desgracia, mi suerte se acabó cuando me encontré con un monstruo jefe que me aniquiló y me dio por muerto.

Algo que nunca pensé que sería útil me vino de maravilla en ese momento. Al morir en el Modo Zombis de MW3, es posible pedir ayuda a cualquier otro jugador en el mapa. Hay varios escuadrones deambulando, así que es muy probable que alguien más te recoja. Aún quedaban 15 minutos, así que me alegré y esperé.

Después de dos minutos, un jugador generoso entró en la zona de Amenaza Media para reanimarme. Eliminó a los enemigos y me ayudó a ponerme de pie. Entonces, motivado por el hecho de que un desconocido se tomó el tiempo de ayudarme en mi momento de necesidad, decidí enfrentarme al monstruo jefe que me había matado.

No salió bien, y volví a la cancha enseguida. Pero para cuando esto pasó, mi salvación ya no estaba. Le rogué a cualquiera que viniera a rescatarme, pero la situación pintaba fatal. Los primeros 45 minutos del partido terminaron y nadie había acudido en mi ayuda.

Entonces, al comenzar los últimos 15 minutos, un rayo cayó dos veces. Un escuadrón que había estado cultivando contratos en la zona de alta amenaza se dirigía a un punto de extracción y se apiadó de mi cadáver. Me ayudaron a levantarme y me recibieron en su camión blindado con los brazos abiertos. Los abracé de la única manera que sabía en MW3 Zombies: sin decir nada, pulsando el botón para agradecer y moviendo la cabeza para indicar que podía oírlos. No tenía micrófono, así que fue un poco incómodo, pero se me da bastante bien mover la cabeza.

Me llevaron al punto de extracción y acabaron rápidamente con todos los zombis que atacaron. Salimos del mapa con poco más de cinco minutos de ventaja. Agradecí haber salido con el mejor botín que he encontrado, incluyendo esquemas y algunas Perk-a-Colas.

Uno de mis rescatadores comentó: «No puedo creer que no consiguiéramos el maldito esquema de la pistola de rayos». Y me di cuenta de que no solo deberían haber estado en la escuela, sino que alguien un tercio de mi edad o menos me había ayudado a jugar Call of Duty. Parecía un rito de paso para la edad adulta, así que dejé el mando, me puse mis pantuflas cómodas y un jersey abrigado, y me preparé una taza de té.

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